La Ermita de la Virgen del Carmen fue construida por Don Diego Pérez, un vecino del pueblo que por circunstancias personales tuvo que abandonar el pueblo cuando era muy pequeño y que pasados los años fue sorprendido por el azar, al recibir una importante suma de dinero al jugar a la lotería. Posteriormente, decidió regresar a su pueblo natal donde levantaría varios edificios para los vecinos del municipio, entre ellos los más destacados eran El Santo (refugio para las tormentas) y la Virgen del Carmen.
En la actualidad, en ésta pequeña capilla, todavía se celebra misa el día de la Virgen del Carmen, que es el día 16 de Julio.